26 octubre, 2010

50 soluciones a la paradoja de Fermi (6ª solución): La interdicción

50 soluciones a la paradoja de Fermi (6ª solución): La interdicción: "
En 1987, Martyn Fogg propuso como solución a la paradoja de Fermi el escenario de la prohibición, también conocido como de la interdicción, una variante extendida del escenario del zoológico y que proporciona motivos de por qué todos los planetas que albergan vida (no sólo la Tierra), están vedados.

Fogg presentó un modelo de ordenador simple que simulaba el origen, expansión e interacción de civilizaciones galácticas primigenias. Como muchos otros autores antes que él, encontró que usando valores razonablemente plausibles de los parámetros del modelo la Galaxia debe plagarse rápidamente de especies inteligentes. Dependiendo de los valores de dichos parámetros, o bien unas pocas especies dominan formando grandes imperios, o bien existen muchos y diferentes imperios pequeños. Lo que siempre sucedía es que, independientemente de los valores concretos de los parámetros del modelo, las CETs colonizarían nuestra Galaxia, incluso antes de la formación del Sistema Solar.

Fogg argumentaba que, una vez finalizada la fase de colonización y cuando casi todas las estrellas soportan formas de vida inteligentes, la Galaxia entra en un nuevo 'estado estacionario', en el que predomina el estancamiento y donde los problemas de agresión, territorialidad y crecimiento demográfico han sido resueltos. La distribución de la inteligencia se incrementa y se hace más homogénea y la era estacionaria se convierte en una era de las comunicaciones. De acuerdo con el modelo, llevamos miles de años inmersos en esta maravillosa era.

Si el escenario dibujado por Fogg resultase ser correcto, entonces la Tierra debe encontrarse localizada dentro de la esfera de influencia de una o más CETs. Así que ¿por qué éstas no han decidido tomar el control? Argumenta que en una era de comunicaciones, el conocimiento es el recurso más valorado. CETs avanzadas tendrían una razón para abandonar un planeta que albergase vida y lo más probable es que esa razón fuese que el referido planeta en cuestión proporcionase una fuente no renovable de información, es decir, nada que aprender de él. El consiguiente sacrificio del 'lebensraum' (espacio vital) no sería necesariamente muy grande. Como el mismo Asimov señalaba, las CETs deben moverse más allá de la única necesidad de un planeta-hogar. Si las CETs pueden viajar entre las estrellas a bordo de arcas espaciales, entonces no necesitan visitar estrellas semejantes a nuestro Sol; cualquier estrella servirá y las brillantes de clase espectral O deben ser las más adecuadas. Las arcas espaciales deberían, en principio, evitar estrellas similares a la nuestra con planetas habitables. Fogg sugería que el número de estrellas que las CETs deben evitar puede ser pequeño (un 0,6 % de la fracción de estrellas que poseen planetas capaces de albergar vida). Dejar un pequeño número de sistemas sin tocar es un precio más bien bajo que pagar por la cantidad de información que podrían potencialmente poseer sus planetas de origen.

En la era del 'estado estacionario', una era en la que las CETs se comunican habitualmente unas con otras, el selecto 'Club Galáctico' acuerda no interferir con planetas ya poblados. En palabras de W.I. Newman y Carl Sagan se establece un 'Codex Galactica'. La sugerencia de Fogg afirma que el Sistema Solar fue sometido a una interdicción cuando, hace miles de millones de años, una CET visitó la Tierra y descubrió en ella organismos primitivos. Desde entonces, los organismos terrestres han vivido en un zoológico, observados y estudiados a causa de los complejos patrones de información que son capaces de generar.

El escenario descrito por Fogg presenta, no obstante, dificultades y algunas de sus premisas no resultan demasiado convincentes. Por ejemplo, parece improbable que haya tenido lugar la reclamada homogeneidad cultural. No parece muy plausible que las razas alienígenas inteligentes (si es que existen) hayan alcanzado semejante nivel de entendimiento y mutuo acuerdo. Los problemas a la hora de establecer una comunicación transgaláctica van más allá de un simple problema de traducción de los mensajes. Por ejemplo, la rotación diferencial (las distintas velocidades a las que giran distintas partes de un todo) de la Galaxia causa que una estrella como el Sol se mueva, se desplace con respecto a otras estrellas de la Vía Láctea. Hace 50 millones de años, la Tierra pudo muy bien haber estado en una región de la Galaxia en la que los 'cuidadores' del zoológico eran puntillosos; pero actualmente, sin embargo, podemos estar entrando en una región donde éstos pueden haber evolucionado y decidido tomarse un respiro. Si así lo hubiesen querido, ¿quién se iba a enterar? Es más, ¿qué podrían hacer el resto de las CETs miembros del Club Galáctico para evitarlo? Queramos o no vivimos en un universo donde existe un límite para la velocidad del flujo de información (la velocidad de la luz en el vacío) y esto hace que la homogeneidad cultural de la Galaxia sea extremadamente difícil de alcanzar. McDonald's puede haber conquistado el mundo, pero no logrará dominar la Galaxia.

Incluso sin entrar a discutir los parámetros y suposiciones del modelo propuesto por Fogg, las conclusiones están abiertas a debate. Dejando de un lado estas reservas, la realidad es que este escenario de la interdicción adolece de muchos de los inconvenientes que se le podían objetar al escenario-zoológico que veíamos en el post anterior de esta serie. En efecto, no parece haber forma de descubrir si estamos realmente bajo una interdicción (hasta que, quizá, evolucionemos lo suficiente como para pasar a formar parte del selecto Club). No existen, pues, predicciones que puedan ser sometidas a prueba. Este escenario también da por sentado que todas las CETs avanzadas y en todos los estadios de su evolución son capaces de ocultar sus actividades. Tan sólo esto explicaría por qué no nos encontramos, ocasionalmente, con alguno de sus megaproyectos de ingeniería espacial o con cualquiera otro de sus chismes. Una cosa es declarar una veda en un planeta y otra muy distinta esconder toda evidencia de la propia presencia. Al igual que en el escenario-zoológico expuesto en la 5ª solución a la paradoja de Fermi, bastaría con una sola CET que no siguiera las normas del resto para que se destapase todo el cotarro...

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